Exactamente ese día, pero hace más de medio siglo, en 1961, se reunían en una Notaria de Santiago una veintena de abogados para dar inicio al entonces llamado Club de Abogados, cuyo principal objetivo era fomentar la fraternidad y cooperación entre los colegas del foro. Un propósito que hasta hoy sigue cumpliéndose en numerosas instancias y encuentros como este, en que el espíritu de camaradería y participación vuelve a estar presente.

La velada combinó una exquisita cena con una muy grata y especialmente aplaudida presentación de nuestro Coro institucional de voces masculinas, recientemente organizado para canalizar la inquietud de expresión artística de varios de nuestros miembros, a través de esta exquisita forma de expresión musical. Como colofón, se realizó el lanzamiento oficial del libro institucional, que ya fuera presentado a modo de primicia en noviembre pasado y que, de manera muy amena y ágil, se encarga de recoger los hitos más relevantes de nuestra vida institucional a través de testimonios de socios que protagonizaron eventos y momentos claves en el devenir de nuestra Asociación.

A nombre de todos ellos, y en su calidad de asistentes a la cena, recibieron un sentido reconocimiento los señores don Ricardo Stuardo y don Jorge Peluchonneau. En la persona de ambos, se ha querido hacer efectivo un muy sentido agradecimiento a todos y a todas quienes, de manera absolutamente desinteresada y a través de todos estos años, han entregado su tiempo y dedicación a engrandecer nuestra Asociación de Abogados de Chile. Vayan entonces, nuestras más sinceras felicitaciones y un caluroso saludo acompañado de un fuerte abrazo a ellos y ellas, así como a todos quienes hasta el día de hoy hacen su aporte y colaboran con su presencia a mantener vivo el espíritu de compañerismo, ayuda y socorro mutuo que ha animado siempre y más allá de cualquier legítima diferencia, a nuestra querida Asociación de Abogados de Chile.